Algunos días es más fácil simplemente deslizar el dedo, mantenerse adormecido y desconectarse. Esa voz callada que susurra: “¿Para qué molestarse?” Eso es apatía. Y es una de las armas más efectivas del enemigo. Si no se controla, adormecerá tu corazón, robará tu propósito y te dejará pudriéndote.
Pero Jesús ofrece algo radicalmente diferente. Él promete una vida verdaderamente viva: una vida llena de propósito, pasión y presencia. Hannah Driskill nos guía para despertar, escapar de los muertos vivientes y vivir una vida que realmente valga la pena.
Grabado en vivo en Crossroads Church en Cincinnati, Ohio.